INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA

Al inicio de una capacitación sobre la planificación de una clase en la Beneficios-de-subir-escalerasUniversidad César Vallejo, el capacitador nos entregó una hoja para luego responder a unas preguntas. Me pareció muy interesante su contenido porque la reflexión puede trasladarse también a cualquier actividad de un maestro, un padre de familia o incluso un estudiante. Por ello comparto con ustedes esta lectura y espero que luego de un análisis obtengan una conclusión personal. La hoja de trabajo comenzaba así:

Lea atentamente el siguiente texto, marque las ideas que puede usted relacionar con el tema de planificación y escriba en un texto breve por qué relacionaría este fragmento de la obra de Cortazar con el tema de planificación.

“…Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe del talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso”.

“Historias de Cronopios y de Famas”, Julio Cortázar, 1962- 1996 Alfaguara.

Podríamos aventurarnos  un poco seguir desde nuestra pequeña imaginación este relato diciendo: “pero un día esta persona que utilizaba el pie dejó de pensar en cada paso y empezó a hacerlo como una rutina, día a día subía la escalera de manera rápida y sin tropiezos. Pero siempre hay un día…la persona tropezó, se olvidó de que siempre había subido la escalera con zapatos y esta vez estaba con sandalias y se olvidó de colocar el pie en el peldaño…”

Luego de una reflexión personal, respondamos las siguientes preguntas:

*¿Qué le sucedió a la persona que se cayó?

*¿Qué sucede con el proceso de planificar cuando ya somos docentes de muchos años?; ¿Qué sucede en una familia cuando los hijos ya están creciendo y los padres ya no los controlan?

*¿Qué sucede con el proceso de planificar si somos docentes nuevos?; ¿Qué sucede con el proceso de organizar la familia si son padres jóvenes?

Si hacemos un simil con la programación de nuestra clase, esta caída ¿a qué puede deberse? Del mismo modo si hacemos un simil con el control de los padres a los hijos, esta caída ¿a qué puede deberse?

Interesante ¿verdad? Pero hay muchas preguntas más que usted puede hacerse luego de haber entendido la brillante descripción de Cortazar sobre la manera de subir las escaleras.

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