MI GRATITUD INCONDICIONAL A LA UCV

1147062_10151928985068407_1929271091_oEl 12 de noviembre del presente año, la Universidad César Vallejo celebró sus Bodas de Plata; desde  1991 han pasado 25 años y hoy cuenta con 11 campus en todo el Perú:  Lima, Trujillo, Chiclayo, Piura, Tarapoto, Moyobamba, Huaraz y Chimbote; con un total de 27 carreras profesionales y sobrepasando los cien mil estudiantes a nivel nacional. Todo un emprendimiento del Rector Fundador,  el Ingeniero César Acuña Peralta, que buscaba, como manifiesta en su historia, transformar la educación. Pero más allá de eso, César Acuña democratizó la educación universitaria dando acceso a miles de estudiantes y maestros de humilde condición económica quienes sin esa valiosa ayuda les hubiera sido difícil estudiar una carrera universitaria. Hay gente que piensa que porque la mayoría de los estudiantes de la UCV son de bajos recursos económicos, su nivel académico es también limitado. Error total; conozco de cerca su organización y a los grandes profesionales con que cuenta la UCV, tanto a nivel de Pre-Grado como también en Post-Grado. Definitivamente la calidad se impone en dicha universidad.

En este su aniversario rindo homenaje a la UCV, porque fue la primera universidad del Perú que me acogió como docente universitario y me brindó su confianza para poner mi granito de arena en la formación profesional de sus estudiantes a quienes admiro sobre todo a quienes estudian en el turno noche para salir adelante y contribuir a engrandecer a nuestro Perú siendo excelentes profesionales y desenvolviéndose como hombres y mujeres de bien. Por ello, el 16 de julio del 2013 publiqué en mi página web: www.puentecultural.org un artículo titulado: ADMIRO A MIS ALUMNOS DE LA UCV, porque los maestros debemos incentivar y alentar permanentemente a nuestros estudiantes a lograr sus metas antes que su cansancio los traiciones para dejar de lado sus estudios.

Mi gratitud incondicional a la UCV y a su fundador César Acuña será de por vida, porque además de brindarme la oportunidad para desarrollarme como docente universitario, también me brindó la oportunidad de culminar mi doctorado en educación; entonces César Acuña no sólo ayuda a los estudiantes que ingresan a pregrado, sino también a sus docentes que como el que escribe el presente artículo son miles los que se han beneficiado de las facilidades para lograr una superación profesional.

Finalmente dejo este pequeño recuerdo que guardo en mi corazón: En enero del año 2013 tuve la inmensa alegría de cumplir con un sueño más en mi vida profesional. Fui admitido oficialmente como docente a la prestigiosa Universidad César Vallejo. Estaba preparado para un buen desempeño en el nuevo cargo. Ya tenía mi grado de Magister y la experiencia suficiente para compartir mis conocimientos con eficiencia y responsabilidad a un nuevo nivel de estudiantes. Dos mujeres han quedado marcadas en mi memoria y en mi corazón ese año de inicio de mi vida como docente universitario. Nunca olvidaré mi primera entrevista antes de la selección. Una dama de baja estatura, seria pero de ojos vivaces quien me atendió casi sin mirarme porque al mismo tiempo seleccionaba documentos con una agilidad increíble que me dio la señal que su  trabajo era súper estresante pero que con inmensa serenidad resolvía sus problemas. En medio de esa entrevista donde no cruzamos mucho las miradas ingresaron algunos docentes para saludarla con mucho cariño y recién pude notar su tierna y dulce sonrisa en sus labios cuando le decían: ¡Buenos días Amandita! …Amandita era la coordinadora del curso “Pensamiento Lógico” del área de Formación General de la UCV, una líder innata, una excelente docente de matemática y una bella persona en quien se podía confiar totalmente. Ella confió en mí, y yo jamás la defraudé quedando sellada de esta manera, y hasta hoy, nuestra amistad a toda prueba.

Una vez admitido como docente, nos citaron a una reunión convocada por la Jefatura del área de Formación general de la UCV. Reunidos todos en un aula, vi ingresar a otra mujer también de estatura mediana, elegantemente vestida con una seriedad marcada en el rostro, aparentemente de perfil bajo. La acompañaba la coordinadora de Pensamiento Lógico. Esa dama era la señora Gloria Chamorro Bacilio, otra mujer que siempre ha merecido mi admiración y respeto. Fue impresionante su motivación a los presentes y el trazo claro de las reglas para un buen desempeño docente. Sin pelos en la lengua decía lo que tenía que decir, una dama de palabras claras, precisas y sin rodeos. Poco a poco la fui conociendo como una profesional muy hábil, competente y finalmente, excelente amiga, que comparte con alegría en todas las reuniones con sus docentes a pesar del alto cargo que ostenta en la UCV.

Escribo estos recuerdos porque cuando experimentamos nuestra “primera vez” en cualquier aspecto de nuestras vidas, tenemos un aprendizaje significativo que jamás olvidaremos. Y de tantas cosas que aprendí en la UCV, quedaron guardados para siempre en el disco duro de mi cerebro, Las aulas de la UCV y estas dos bellas damas a quienes admiraré y respetaré siempre sin condiciones.

¡Feliz aniversario querida Universidad César Vallejo y aunque me encuentre por otras universidades siempre te guardaré eterna gratitud, porque me abriste tus puertas para la docencia universitaria, porque me enseñaste a seguir superándome, porque amo a tus estudiantes que luchan por un Perú mejor y porque la verdadera gratitud no tiene condiciones!

 

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