EL TRÁNSITO EN UNA CICLO VÍA LIMEÑA

1ccicloviaMe encanta pasear con bicicleta cada vez que dispongo de unos minutos libres porque aparte de hacer ejercicios me relaja todas las tensiones y me reduce el estrés efecto de las múltiples actividades que desarrollo a lo largo de los días de una semana. El lunes 16 de mayo decidí salir con mi montañera que ahora está reluciente y como nueva porque luego de mucho tiempo le hice un merecido mantenimiento. Pero esta vez necesitaba hacerme un corte de cabello y la peluquería a donde acudo hace más de 40 años (Primero con el papá y ahora con el hijo) se encuentra nada menos a unos 12 kilómetros de mi casa. Ir en carro a las 5:30 de la tarde es para demorarme unos 40 minutos por la congestión del tráfico. Salí entonces por la avenida Antúnez de Mayolo hasta la Universitaria donde hay una amplia ciclo vía. Es entonces que comenzaron los problemas, porque ohhh sorpresa, la gente no camina por la vereda ancha de dos metros; la gente camina nada menos por la ciclo vía que es paralela a la vereda. Me acercaba a un grupo de personas adultas y con niños que caminaban por la ciclo vía en el mismo sentido al que me desplazaba, entonces grité con toda la fuerza de mi garganta ¡permisoooooo!, ellos voltearon la cabeza y subieron a la vereda. Al pasar les dije: ¡gracias…caminen por la vereda por favor!  A menos de tres minutos me encuentro con otro grupo de personas igualmente caminado por la Ciclo Vía teniendo una vereda libre al costado. Del mismo modo, y con la misma energía grité: ¡perrrmissssooooooo!, voltearon, se abrieron y pasé agradeciéndoles e invitándoles a que caminen por la vereda; esta vez mi invitación ya no fue con voz amable. A pocos minutos más encuentro a un buen grupo de personas según ellos esperando un bus, pero la espera lo hacían en la ciclo vía. Como ellos estaban de costado pudieron ver que me acercaba y con una santa paciencia me abrieron el paso. Esta vez ya estaba un tanto alterado por lo tanto ya no les di las gracias; sólo les dije: ¡La ciclo vía no es un paradero!.. Al alejarme escuché a dos personas saludos para mi mamita, pero sin darles importancia seguí mi recorrido. Estando casi en medio camino hacia mi destino pude visualizar desde unos 20 metros tres motos lineales estacionadas en la Ciclo Vía, al llegar no me quedó otra cosa que bajarme y pasar caminando por la vereda puesto que las motos ocupaban toda la ciclo vía. Se trataba de una pollería y las motos eran las que hacían el delivery. Esta vez no tuve a quién reclamar y seguí mi recorrido. Así tuve varios encuentros en todo el trayecto y sólo pedía permiso gritando y un tanto enfadado, hasta que veo a un grupo de estudiantes caminando en la ciclo vía que salían de un colegio. Entonces tomé fuerza, aceleré mi velocidad silenciosamente y cuando estuve a pocos metros pegué un grito espectacular ¡AAAAAYYYYYYYYYYY….! Dándoles a entender que había perdido el control y me estrellaba sobre ellos. En cuestión de segundo las chicas y chicos saltaron con la agilidad de un gato y con un grito desgarrador  me dejaron el paso libre. A la velocidad que pasé pude ver sólo a una chica con el rostro pálido mientras los varones haciéndose los valientes soltaban disonantes carcajadas, según ellos burlándose de sus compañeras. Espero haberles dado a los estudiantes una lección pero estoy seguro que todo seguirá igual hasta que se haga una campaña seria y responsable sobre el uso de la Ciclo Vía.

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